miércoles, 18 de enero de 2012

Reformas borbónicas.

La gran mayoría de las investigaciones define las reformas como un intento inspirado por Francia y orientado por antecedentes franceses para la reorganización interna del imperio español. Esta opinión surgió principalmente porque durante la aplicación de las medidas reformistas en toda América se instauró el sistema de intendencias.

La historia de España en el siglo XVIII está influida por los esfuerzos de la corona por lograr el desarrollo de reformas internas en la economía del país, aumentar la fuerza militar y construir una flota mayor, para sobreponerse a la pérdida de poder político y a la decadencia interna que se sucediera durante el reinado de Carlos II, para intervenir en forma activa en la política europea.

Es un intento del estado español por aumentar su autoridad con la organización de un sistema administrativo burocrático eficiente.

El arma que los monarcas españoles emplearon para la organización de esta administración fue el establecimiento de la intendencia, sistema derivado del modelo francés de administración.
En el s. XVIII, cuando los enfrentamientos bélicos de las potencias europeas se extendían, conforme también al aumento de sus posesiones transoceánicas, España se vio obligada a intensificar sus esfuerzos por asegurar sus territorios imperiales de ultramar. Junto a esta necesidad defensiva, también vinieron los informes de altos funcionarios acerca de múltiples irregularidades en las instituciones administrativas americanas, lo que finalmente impulsó a la corona española a extender sus esfuerzos reformistas a sus posesiones en América.

España sólo emprendió esfuerzos enérgicos en la segunda mitad del siglo XVIII para reorganizar sus posesiones coloniales. Este desarrollo alcanzó su momento culminante durante el reinado de Carlos III (1759 – 1788).

Lo que querían los reformadores en la metrópoli era trasplantar el estado ilustrado de derecho y bienestar a América. La realización de esta tarea también se encargó a los funcionarios (los intendentes de provincia) nuevos en América. Luego de largas consultas preparatorias, a partir de 1776 se introdujo la reforma en los reinos transoceánicos. La existencia de metales preciosos en el virreinato del Perú, en Potosí (actual territorio de Bolivia), había llevado al encumbramiento de esa región, y convertido a Lima, su capital, en el centro más importante de Hispanoamérica desde el punto de vista económico y administrativo.En tanto que en el Perú los rendimientos de la explotación minera de metales preciosos se iban reduciendo constantemente y por tanto la fuerza económica del país disminuía en forma proporcional, Nueva España (México) experimentó un renacimiento, con un constante incremento de la producción de oro, y especialmente de plata. El correspondiente aumento de la circulación de dinero también confirió a las restantes áreas económicas un fuerte impulso y originó un desarrollo económico interno notable de ese virreinato.

Las reformas que la Corona española realizó en el siglo XVIII en sus posesiones americanas están relacionadas con la política reformista general que la dinastía de los Borbones llevó a cabo en todo el ámbito de la monarquía española que se inspiró en la idea de recuperación política de España.

El principio de las medidas reformistas coincide en el tiempo con un significativo cambio en la monarquía española, concretamente con el ascenso al trono de la dinastía de los Borbones, con Felipe V en 1700. El último rey de la casa de Habsburgo (de origen austríaco), Carlos II, había muerto sin dejar heredero, dejando tras de sí un país agotado por largas guerras, por la decadencia creciente de la casa reinante y además caracterizado por la mala administración. Felipe V era nieto de Luis XIV, rey de Francia, quien consideraba urgentes las reformas en el aparato gubernativo y militar, debido a consideraciones sobre los inevitables enfrentamientos armados derivados de la sucesión.

Las reformas estatales que se iniciaban quedarían bajo el mando y dirección de funcionarios franceses, que apuntaron sus objetivos a lograr reformas en el campo de la política económica. Con esto se iniciaría en España una fuerte influencia francesa, que no sólo se vería en la política, sino también en la forma de vida de la Corte y hasta en la moda.



Fuente: Horst Pietschmann. Las Reformas Borbónicas y el sistema de intendencias en Nueva España.

No hay comentarios:

Publicar un comentario